También puedes conocerla como
ricino o tártago, ricinus communis
es una planta originaria de África tropical. Es conocida por ser invasora y
crecer con rapidez en las áreas que ocupa, sobre todo en países tropicales.
Tiene forma de arbusto y puede
medir entre 1 a 2 metros de altura, la manera más fácil para que puedas
reconocerla es su tallo púrpureo oscuro junto a una especie de polvo blanco que
lo recubre.
El consumo de las semillas de ricinus communis directamente de la planta es muy riesgoso, ya que son
altamente tóxicas para cualquier ser humano y pueden llegar a producir una
gastroenteritis.
Sin embargo, el aceite de ricino o
de castor, que es el producto principal que se obtiene del ricino, se obtiene
de las semillas de la planta mediante un proceso de prensado y calentado que
elimina la toxina dentro de ellas, así que su consumo sí es seguro.
El aceite de ricino se usa
mayormente como un purgante suave que puede ayudar a las persona con
estreñimiento. Suele preferirse porque no genera cólicos ni irritación y es
seguro tanto para niños como para adultos. Por este mismo motivo también se usa
como un vermífugo.
Ricinus communis también se
usa para tratar la piel como cicatrizante, para aliviar quemaduras y
erupciones. Aún más, entre las propiedades que se le atribuyen también están
las emolientes.
¿Cómo usar Ricinus
communis?
Si quieres hacer uso de ricinus communis, puedes adquirir el
aceite de ricino en una farmacia. En caso que vayas a administrar a un niño,
dale media cucharadita, en cambio, para una persona adulta de una a dos
cucharadas son suficientes. Cuando lo administres tienes que procurar que la
persona que consuma el aceite lo haga junto a un vaso de agua tibia o alguna
bebida caliente.
El aceite de ricino se puede usar
como tópico para aliviar el dolor por artritis, dolor de espalda y dolor
muscular general. Puedes tomar un paño, remojarlo en aceite de castor, cubrir
la zona afectada con trozo de plástico y aplicar como si hicieses un masaje.
Una alternativa es llenar una
botella de plástico con agua tibia y ponerla sobre el plástico, así el aceite
de ricino puede penetrar las zonas afectadas del cuerpo.
Aprende cómo la
ciencia respalda el uso de Ricinus communis
Los extractos obtenidos de ricinus
communis tienen una potente actividad antiinflamatoria. Así lo confirmó
un estudio hecho con fibroblastos y
macrófagos de persona, en éste se probaron distintos extractos alcohólicos de
la planta. La mayor actividad antiinflamatoria fue del 95%.
En otro estudio se probó la actividad
antiinflamatoria en edemas de patas de ratones e inflamación aguda en párpados
de conejillos de indias. Al administra un extracto de ricinus communis los investigadores tuvieron como resultado un
43,28% y 58% de inhibición, respectivamente.
La actividad analgésica también ha
sido estudiada con el uso de extractos
de la planta de ricinus communis y
se han encontrado resultados de inhibición de la liberación de sustancias
endógenas que producen la estimulación de los nervios.
Si aún no lo has entendido en su
totalidad, te puedo decir que ricinus
communis sí posee increíbles
propiedades. Hacer uso de esta planta es tan sencillo como ir a una
farmacéutica y comprar un frasco de aceite de ricino.
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