Hoodia (cactus)

Inflamación: tipos, síntomas y 20 antiinflamatorios naturales para tratarla


mujer joven con la espalda inflamada


Las inflamaciones son una reacción normal del cuerpo ante una infección o lesión; y existen diversos productos farmacéuticos destinados para su tratamiento ¿Prefieres las alternativas naturales? También existen una variedad de plantas que son antiinflamatorios naturales.

¿Qué es la inflamación?

La inflamación (del latín inflammatio; que significa encender o hacer fuego) es una respuesta automática del sistema inmunitario ante lesiones y organismos infecciosos. Su objetivo es localizar, aislar y eliminar al agente infeccioso; además de reparar los tejidos u órganos afectados.

Se puede presentar cuando el cuerpo es expuesto a agresiones del medio; ya sea del tipo mecánico, como es el caso de una picadura de abeja, una cortada o raspón, infeccioso o químico (sustancia toxicas), entre otros.

Esta reacción se lleva a cabo por el sistema inmunitario innato; lo que quiere decir que es una respuesta del cuerpo contra infecciones, que se activa cada vez que un agente infeccioso (bacterias, virus, parásitos o partículas extrañas) se presenta, eliminándolos o restringiendo su dispersión por el cuerpo.

El proceso inflamatorio comienza cuando el tejido dañado o afectado por el agente infeccioso libera una serie de compuestos químicos; en respuesta, los glóbulos blancos producen otras sustancias químicas que estimulas la división y crecimiento de las células, con el fin de reparar o reconstruir tejido dañado por la lesión o crear una contención para la infección.

Cuando la lesión sana o la infección es eliminada, termina el proceso inflamatorio y sus signos distintivos desaparecen.

Síntomas de una inflamación

Existen cinco señales inequívocas de que existe una inflamación; estos son:

  1. Eritema o enrojecimiento.

  2. Calor.

  3. Hinchazón o edema.

  4. Dolor.

  5. Pérdida funcional.

En el caso de los primeros dos signos; el enrojecimiento de la piel y el calor excesivo de la zona afectada, se deben a en dicha zona existe una acumulación de sangre. La hinchazón se produce por la acumulación de células inmunes y por la acumulación de líquido plásmico fuera de los vasos sanguíneos.

El dolor es una reacción ante la presión y algunos mediadores sobre las terminaciones nerviosas. Por otra parte; la pérdida funcional es una consecuencia de dicho dolor, que dependiendo de su intensidad limita la movilidad o impide la movilidad de la zona afectada.

Tipos de inflamación

Dependiendo del tiempo que se extienda esta respuesta del sistema inmune; se considera que existen principalmente solo dos tipos de inflamación; la aguda y la crónica:

  • Inflamación aguda: comienza de marea rápida y suele prevalecer durante un periodo de pocos días.

  • Inflamación crónica: ocurre cuando una inflamación del tipo aguda no se resuelve. También puede ocurrir sin que existan lesiones y; el proceso inflamatorio puede no detenerse cuando debería. No siempre se conoce su causa. Permanece por largos periodos de tiempo, desde unos meses, años y en ocasiones; hasta de por vida.

Este segundo tipo de inflamación puede generarse por infecciones que no desaparecen porque sus patógenos no pueden ser eliminados (infecciones latentes), cuando existe la persistencia de cuerpos extraños en el sistema, cuando el individuo desarrolla problemas de autoinmunidad.

Implicaciones de la Inflamación Crónica

La manera en la que la inflamación crónica se presenta es diferente a la aguda; a veces no es tan evidente y puede afectar a varios tejidos simultáneamente.

Los médicos se refieren a ella como “inflamación de bajo grado (IBG)” y con el paso del tiempo, puede causar daños en el ADN y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades degenerativas como: cáncer, diabetes, enfermedad renal, osteoporosis, deterioro cognitivo, depresión y enfermedades cardiovasculares, entre otras.

Entre las características particulares de la inflamación crónica se encuentran;

  • Infiltración con células mononucleares como macrófagos, linfocitos y células plasmáticas.

  • Destrucción del tejido afectado a causa de la presencia del agente infeccioso o a causa de las células inflamatorias.

  • Intentos de reconstrucción del tejido dañado reemplazándolo con tejido conectivo, proliferación de vasos sanguíneos y fibrosis (desarrollo excesivo de tejido conectivo fibroso).

Enfermedades asociadas a la inflamación

Las afecciones que se asocian directamente con la IBG se pueden dividir entre aquellas que son causadas debido a infecciones prevalentes y a enfermedades autoinmunes. En este tipo de enfermedades; los brotes repentinos de inflamación son comunes y se pueden distinguir características combinadas de inflamación aguda y crónica.

Entre estas afecciones se encuentran algunas que se asocian a la inflamación de manera inmediata; como es el caso de:

  • Granulomas: son masas de células inmunes que se forman cuando el sistema inmune intenta aislar un agente infeccioso que no ha podido eliminar. Aparecen a causa de una infección prevalente por microbacterias, virus, algunos tipos de hongos o parásitos.

  • Artritis reumatoide: este es un caso donde la reacción del sistema inmune de un individuo produce anticuerpos que atacan su propio tejido, provocando una reacción inflamatoria permanente de las articulaciones.

Esta enfermedad es particularmente dolorosa a causa del deterioro del cartílago entre las articulaciones; este tejido es esponjoso y su función es proteger a las articulaciones del rose cuando se mueven.

  • Esclerosis múltiple: es otro caso en el que el sistema inmunológico de un individuo confunde sus propios tejidos con extraños y actúa en respuesta al supuesto agente infeccioso con el proceso de inflamación.

Esta enfermedad afecta el cerebro y el sistema nervioso central; la inflamación afecta los nervios dañando la vaina de mielina que los recubre (una cubierta protectora que rodea las neuronas). Este daño en la cubierta de los nervios causa que el impulso nervioso disminuya o se detenga.

  • Enfermedad de Crohn (enfermedad intestinal inflamatoria): en este caso, la respuesta inmune exagerada a las bacterias intestinales, generando inflamación crónica en ciertas partes del tubo digestivo.

La inflamación ocurre generalmente en el extremo inferior del intestino delgado y el comienzo del intestino grueso; Pero también puede ocurrir en cualquier parte del tubo digestivo.

  • Reacciones alérgicas: no siempre ocurre, pero en ocasiones el sistema inmune puede responder de manera desproporcionada a ciertos agentes ambientales comunes, generando una inflamación exagerada.

Un ejemplo de ello es el asma bronquial; que se caracteriza por la infamación crónica de los bronquios que causa tos, sensación de falta de aire y opresión en el pecho. Esta inflamación puede ser reversible si se trata adecuadamente.

  1. Periodontitis: también conocida como la enfermedad de las encías, consiste en una grave infección que causa inflamatoria crónica de las encías y los tejidos blandos vecinos.

Sin el tratamiento adecuado, esta enfermedad puede destruir el hueso que sostiene los dientes; causando que los dientes se aflojen y puede acusar su perdida.

Factores de riesgo ¿A quienes afecta la inflamación con mayor frecuencia?

Antes de que un individuo desarrolle alguna enfermedad asociado con una inflamación crónica o con IBG, existen una serie de factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de sufrir estas enfermedades.

Un individuo que cumpla con los siguientes antecedentes puede verse en un mayor riesgo de sufrir de IBG:

  1. Hábitos sedentarios: este estilo de vida es habitualmente acompañado por otros hábitos poco saludables; como la mala alimentación y enfermedades como la obesidad. Favoreciendo el desarrollo de la IBG, así como de sus enfermedades asociadas.

  1. Mantener una dieta hipocalórica: una mala alimentación que se basa en una alta cantidad de calorías y de grasa saturadas (aquellas que contienen los alimentos de origen animal); este factor aumenta los riesgos de sufrir de IBG, en especial si también existe obesidad y diabetes.

  1. Obesidad: la grasa del cuerpo, especialmente en el área abdominal, segrega algunos tipos de hormonas y proteínas que inducen una respuesta inflamatoria crónica que puede afectar a todo el organismo y no posee síntomas claros. Por lo tanto; las personas que sufren de obesidad son susceptibles a sufrir de IBG, además de que conlleva a un mayor riesgo de sufrir de diabetes.

  1. Diabetes: Las personas que sufren esta enfermedad tienen niveles de azúcar (glucosa) en sangre muy alta. La insulina es la hormona que regular estos niveles; convirtiendo la glucosa en energía para las células. La hiperglucemia diabética, produce glicación, que es una reacción que perpetua la inflamación; por lo que se promueve la IBG, que a su vez promueve la diabetes, creando un círculo vicioso.

  1. Tabaquismo: las personas fumadoras son susceptibles a sufrir de IBG debido a que los productos de combustión del tabaco son inductores de este mal.

  1. Altos niveles de estrés: El estrés, tanto físico (como exceso de ejercicio, patrones de sueño alterados, entre otros) como psicológico, es un factor que alarga el proceso inflamatorio; lo que perpetúa la inflamación crónica. Los altos niveles de estrés genera que el cuerpo produzca cortisol, que es el responsable de promover la inflamación.

  1. Aumento de edad: a medida que los años pasan y nuestro cuerpo envejece, la respuesta inflamatoria pasa de ocurrir únicamente ante un agente infeccioso; a ocurrir un constante aumento de las proteínas inflamatorias, sin que esté presente algún agente agresor.

Factores de riesgo ¿Cómo evitar la inflamación crónica?

La dieta antiinflamatoria es variada y roca en nutrientes. Fuente: Pixabay

Como ocurre en caso de muchas enfermedades; la prevención de la IBG o la inflamación crónica tiene más que ver con mantener un estilo de vida saludable, que con algún truco o remedio milagroso. Basta con dedicarle tiempo a tu cuerpo y generar buenos hábitos.

Parece fácil ¿Vedad? Entre las recomendaciones se encuentran:

  1. Evita consumir contantemente alimentos que promuevan la inflamación; como es el caso de las grasas saturadas e hidrogenadas (margarinas, mantequillas y aceites refinados) y los hidratos de carbono refinados y con alto índice glucémico (el azúcar añadida, pan blanco, refrescos, entre otros).

  1. Reduce la cantidad de calorías que consumes diariamente; las dietas bajas en calorías, que se ajusten a tu gasto energético diario, son efectivas a la hora de controlar la inflamación porque descartan el consumo de alimentos que la promueven.

  1. Selecciona el tipo de grasas que vas a consumir; las grasas “sanas” son las grasas poliinsaturadas omega-3 que se puede encontrar en el pescado, nueces, aceite de linaza y canola, semillas de lino y chía.

  1. Preserva tu flora intestinal sana para reducir la inflamación intestinal y general; esto lo puedes lograr consumiendo alimentos ricos en fibra (como cebolla, puerro, espárrago, cereales integrales, semillas, frutas con piel, entre otros) y alimentos fermentados (miso, yogurt, kimchi, chicrut, entre otros).

  1. Practicar el ayuno y consumir suplementos son dos opciones que puedes elegir, además de la de seguir una dieta antiinflamatoria. Algunos tipos de suplementos (como la quercetina, la boswellia y la cúrcuma en alta concentración) tienen un efecto antiinflamatorio; mientras que durante las horas de ayuno el organismo segrega beta-hidroxibutirato, que son bloqueadores del proceso inflamatorio.

Tratamiento contra la Inflamación

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Seguir una dieta antiinflamatoria puede ser de gran ayuda para disminuir los factores de riesgo de sufrir inflamación crónica; sin embargo, a veces no es suficiente. La mayoría de las enfermedades asociadas a la inflamación no se pueden tratar únicamente a partir de una dieta específica; es por ello que es necesario recurrir a otros métodos.

Generalmente las personas recurren los medicamentos antiinflamatorios para tratar esas afecciones; pero el uso prolongado de estos, está asociado a diferentes efectos secundarios peligrosos para la salud.

Un medicamento antiinflamatorio popular es el ibuprofeno; que es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE). Su acción alivia los síntomas de la inflamación (dolor, hinchazón, entre otros) contrarrestando alguna enzima que la promueva, pero que no elimina lo que la provoca.

Otros fármacos del tipo AINE son el naproxeno y la aspirina. Mientras que medicamentos como acetaminofén (paracetamol o Tylenol), no disminuyen la inflamación; pero alivian el dolor que produce.

Por otra parte; los corticosteroides (como el cortisol) son hormonas esteroideas que actúan sobre varios mecanismos implicados en la inflamación, este es otro tipo de fármaco que se utiliza como tratamiento para la inflamación.

En algunas ocasiones; los médicos también pueden recomendar el uso de medicamentos que reprimen las reacciones del sistema inmune del cuerpo, como es el caso de personas que acaban de recibir un trasplante, para evitar que sus cuerpos rechacen el nuevo órgano. Estos medicamentos son llamados inmunosupresores.

El uso de los inmunosupresores; también puede ayudar al alivio de los síntomas de afecciones como la artritis reumatoide, la psoriasis, entre otras enfermedades autoinmunes. Sin embargo, su uso genera que el organismo pierda parte de su capacidad para contrarrestar infecciones.

Antiinflamatorios naturales
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Debido a los efectos secundarios que generan el uso de los fármacos antiinflamatorios; no es de extrañar que algunas personas busquen una alternativa natural a ellos. Pero ¿Cuáles son los antiinflamatorios naturales?

Estos antiinflamatorios están compuestos por diversas plantas, hierbas y raíces que pueden prepararse en infusiones o aceites y, en ocasiones, también se pueden encontrar como capsulas comprimidas.

Las propiedades antiinflamatorias y analgésicas de ciertas plantas las convierten una alternativa llamativa y económica para algunas personas; a continuación se presentaran algunas de ellas:

  1. Harpagophytum procumbens (harpago):

También conocida como garra del diablo, es un antiinflamatorio natural, antirreumático, analgésico, antipirético y estimulante del apetito, entre otras. Actúa sobre la inflamación actuando sobre la hinchazón y el dolor.

El harpago se considera como un antiinflamatorio efectivo para tratar afecciones reumáticas degenerativas, artritis, tendinitis, entre otros. Se puede tomar como una infusión, aunque también existen cápsulas que contienen la droga pulverizada, extractos líquidos, extracto seco o para aplicar por vía tópica.



  1. Raíz de Jengibre:


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Es antiinflamatorio y analgésico, disminuye tanto la hinchazón como el dolor por la acción de un compuesto llamado gingerol. Se puede prepara como una jugo mezclado dos vasos de agua, piña, miel y 200 gramos de jengibre rallado; aunque también se consume como una infusión caliente


  1. Cúrcuma:


Es una especia que contiene un compuesto llamado curcumina que posee acción antiinflamatoria, antioxidante y estabiliza de los niveles de azúcar en sangre. Se utiliza para tratar el dolor articular (en artritis o gota) o muscular, disminuyendo la hinchazón y el dolor.

La cúrcuma se puede incluir como condimento en la preparación de alimentos; o también se puede tomar como una infusión mezclándola con agua y miel. Una manera de aumentar su absorción por el cuerpo es acompañándola con pimienta negra, ya que su compuesto picante, la piperina aumente la asimilación de la cúrcuma.


  1. Cola de caballo:

Está clasificada como una destacada planta con propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Alivia la hinchazón de la zona afectada y disminuye el dolor al consumirse en forma de infusión. No es recomendable que se consuma en exceso, ya que contiene una sustancia llamada tiaminasa, que puede causar efectos secundarios.

Su preparación es simple; se hierve agua y se le agrega una cucharadita de cola de caballo seco, se tapa y se deja reposar por 5 minutos antes de filtrar. Antes de beberla se puede endulzar con azúcar o miel.


  1. Romero:

Es un arbusto con propiedades antiinflamatorias naturales, antiulcerogénico, antioxidante, antibactericida, antiséptico, fungicida, balsámico, rubefaciente y cicatrizante. Reduce los niveles de cortisol y aumenta el flujo de sangre en la zona inflamada, aliviando el dolor e hinchazón.

El romero se pude utilizar tanto a nivel interno como externo; sus propiedades antiinflamatorias actúan al ingerirlo como té o infusión, mezclando de 2-4 g de hojas secas en 150 ml de agua hirviendo, se deja reposar de 10-15 minutos y se filtra. Se recomienda que se tomen dos o tres veces al día, luego de las comidas principales.

Otras maneras de ingerirlo es en cápsulas de son de hojas pulverizadas, extracto fluido: 30 gotas, tres veces al día y Esencia 3-4 gotas, tres veces al día diluido en líquido.

Externamente; en baños y compresas para heridas como antisépticos y antiinflamatorios. Para este último se hervir 50 g de hoja de romero en 1 litro de agua, se dejar reposar 30 minutos y luego se filtra, el agua se puede añadir a una bañera o aplicar en forma de compresas o fomentos sobre heridas.

  1. Árnica

Esta hierba con un aroma parecido a la manzanilla contiene flavonoides, acidos fenólicos, helenalina y amacina; estos compuestos la convierten en un antiinflamatorio natural, además de tener propiedades anéstesicas, astringentes, antibacteriana y cicatrizantes.

Se recomienda más su uso externo; ya que es una planta que se considera con un alto potencial toxico. En dosis altas, puede causar irritación de las mucosas gástricas, trastornos digestivos, alteraciones nerviosas, vértigo, alucinaciones, disnea y fallos cardíacos.

Al aplicarse sobre golpes, torceduras y contusiones, entre otras lesiones, es capaz de aliviar el dolor y mientras que las helenalinas actúan sobre la hinchazón. Es recomendada para tratar inflamaciones reumáticas; pero se debe considerar no aplicarse sobre heridas abiertas y hemorragias, además se debe ser cuidadoso para aplicarlas sobre cicatrices recientes, piel dañada o si eres sensible a alergias cutáneas.

En el caso de esta hierba; ya existen en el mercado remedios a base de árnica que están pensados para una aplicación externa. Sin embargo; una preparación fácil que se puede realizar en casa es la siguiente:

  • Agregar 30 g de flor de árnica seca en 1 litro de alcohol de 96º.

  • Dejar macerar durante un mes, en un espacio fresco y oscuro, agitando ocasionalmente.

  • La tintura se puede utilizar para realizar masajes sobre la zona afectada hasta tres veces al día.

  1. Laurel

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Las hojas de laurel contienen como principios activos cineol, eugenol y taninos. Es un estimulante natural de la circulación de la sangre, tienen efecto antiinflamatorio sobre golpes, artritis, entre otros; demás de aliviar los dolores del tipo reumático.

Se utiliza de manera externa, en forma de aceite esencial, aplicando sobre las zonas afectadas realizando un masaje suave o frotando para aliviar el dolor y la inflamación en casos de artritis o traumatismos. Su preparación consiste en mezclar 100 ml de un aceite base (de cualquier tipo; almendras, argán, oliva, coco u otro) con 35 gotas de aceite esencial de laurel.

  1. Eucalipto

El aceite esencial de Eucalyptus citridora (eucaliptus blanco o azul) posee propiedades antisépticas, febrífugas, antimicrobianas y expectorantes; lo que o vuelve útil para tratar distintos tipos de enfermedades.

Los flavonoides y ácidos orgánicos haces de esta planta un antiinflamatorio natural. Debido a ellas es utilizado para combatir inflamaciones en las vías respiratorias, otitis e infecciones de oído y para desinfectar heridas por su efecto sobre la hinchazón y dolor.

Existen diferentes maneras en las que se puede utilizar el eucalipto; productos derivados (cremas, aceite esencial), hojas y semillas directamente, para preparar vahos e infusiones.

Los vahos o vaporizaciones de eucalipto utilizan las hojas; se hierve agua, se apagar el fuego y se añaden las hojas. Luego nos ubicamos por encima del vapor con una toalla cubriendo la parte de atrás de nuestra cabeza para captar el vapor e inhalarlo. Este proceso se puede repetir dos veces al día para despejar las vías respiratorias.

Las infusiones de eucalipto; por otra parte, se preparan con 2 hojas medianas por cada taza de agua.  Se colocan las hojas y el agua a hervir de 3 a 5 minutos, a fuego lento, luego se deja reposar la mezcla entre 10 y 20 minutos antes de servir. A esta infusión se le puede agregar miel y limón al gusto.


  1. Lino

La semilla de lino o linaza contiene ácidos grasos omega 3; los cuales son responsables de la producción de prostaglandinas PG3 que lo hace un antiinflamatorio natural. Estas prostaglandinas también son reguladoras de la presión y función arterial y es el único alimento que bloquea el camino del estrógeno.

Con su consumo se puede disminuir la hinchazón y el dolor en personas artritis; también es beneficioso para tratar la inflamación asociada a la menstruación femenina.

La mejor manera para consumir el lino es triturando las semillas con un molinillo de café y tomar 25 g al día; ya sea espolvoreado sobre las comidas (ensaladas, yogurt, sopas, entre otras) o incorporándolas en recetas de panes, bizcochos o jugos de fruta. También se pueden remojar las semillas durante la noche; y beber el agua y las semillas blandas al día siguiente.

  1. Canela

Esta especia originaria de la India; no solo es un complemento perfecto para los postres, sino que posee una gran cantidad de vitaminas y minerales (vitaminas C y B1, hierro, potasio, calcio y fósforo). También posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antibacteriales, y fungicidas.

Según el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, la canela ayuda a disminuir la hinchazón y combate infecciones; especialmente en el caso de bronquitis, artritis y enfermedades gastrointestinales. Además es recomendada para tratar a personas con diabetes tipo II por su capacidad de reducir los niveles de azúcar en sangre.

Consumir canela en ayunas y luego de las comidas principales estimula los receptores de insulina. La manera más agradable de consumir la canela es en una infusión preparada con canela en polvo o ramas, agua y mil (también puede ser azúcar u edulcorante).

¿Cómo prepara la infusión? Primero se hierve una taza de agua y luego se le agrega una cucharadita de canela y miel al gusto, se deja reposar por unos 10 minutos antes de tomar (en el caso de la rama de canela, igualmente se agrega luego de que el agua rompa a hervír y se deja reposar).

  1. Sauce (Salix sp.)

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El Sauce es un árbol común en zonas húmeda; tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas, antifebriles, antipiréticas, antirreumáticas, anticoagulantes, astringentes y desintoxicantes.

Las tres primeras propiedades se deben a ciertos componentes químicos, presentes sobre todo en su corteza. Se utiliza para contrarrestar el dolor y la hinchazón frecuentes en enfermedades como artritis reumática, la osteoartritis, la gota y los dolores menstruales, entre otros.

La manera en la que se utiliza esta panta es para hacer una infusión con su corteza; la cual se realiza hirviendo una proporción de 25 g de corteza por cada litro de agua. Luego de dejar hervir por 10 minutos a fuego lento, se deja reposar tapada y se filtra. Una vez lista para beber, se puede endulzar con miel, sirope de agave o azúcar.


  1. Tila (Tilia alba)

La Tila o Tilo, se ha utilizado durante años para tratar desde dolores de cabeza, trastornos digestivos, hasta como un calmante para el sistema nervioso (sedante suave); por las propiedades medicinales que se encuentran en sus hojas, flores y corteza.

Es un antiinflamatorio natural y un sedante, que actúan disminuyendo tanto la hinchazón como el dolor.

Se recomienda que las infusiones de esta planta se realicen con una proporción de 2 g de Tila (hojas y flores) por cada 150 ml de agua; primero se hierve el agua, se agregan las hojas y flores y se deja reposar por unos minutos antes de filtrar. Se puede consumir dos veces al día.


  1. Uña de gato

Esta planta originaria de la Amazonia, también conocida como Uncaria tormentosa; tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes e inmunoestimulantes (que potencia el sistema inmune).

Sus cualidades antiinflamatorias se deben a su contenido de esteroles y glucósidos; actuando sobre la hinchazón y reducción del dolor producto del reumatismo, artritis y diversos problemas inflamatorios.

Esta planta se puede consumir vía oral a través de cápsulas de gel que son fáciles de conseguir en el mercado; pero también se puede tomar en una infusión. La dosis recomendada de las capsulas son: de 2 por la mañana con el desayuno y 2 más por la noche, acompañando la cena.

La proporción en la que se recomienda reparar la infusión es: una cucharadita de la hierba seca por una taza de agua caliente. Se deja hervir el agua y una vez caliente, se añade la hierba, se tapa y se deja reposar de 8 a 10 minutos antes de beber. Se pueden tomar dos veces al día.

  1. Manzanilla

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Esta hierba comúnmente conocida como un calmante suave para los nervios; es también un antiinflamatorio natural efectivo. La planta posee propiedades antiinflamatorias, antialérgicas, antibacterianas y sedantes. Actúa sobre la hinchazón y el dolor en caso de inflamación.

Esta hierba se puede conseguir en diferentes presentaciones; como flases secas, tinturas o aceite esencial.

La manera más popular de tomarla es a partir de infusiones; pero también se puede aplicar para hacer baños sobre las heridas y picaduras de insectos, y como un tónico para hacer gargarismos.

La preparación de la infusión es estándar; una cucharada de flores secas de manzanilla por cada taza de agua. Poner a hervir el agua y cuando ya esté burbujeante, agrega las flores, saca del fuego, tapa y deja reposar de 5 a 10 minutos antes de filtrar.

En el caso de los baños (o como enjuague); agrega de 4 a 5 gotas de aceite esencial al agua con el que vas a lavar alguna herida. Para los gargarismos; se pueden añadir 2 cucharaditas de tintura a un vaso de agua caliente, o utilizar 1 taza de infusión estándar.



  1. Ajo

El ajo no solo es un potente antiinflamatorio natural; si no que también tiene propiedades antioxidante, antibacteriano, antiinflamatorio, antiséptico, vasodilatador y anticoagulante. Es rico en alicina, un compuesto que se cree es el responsable de disminuir la cantidad de líquido que se acumula en las articulaciones, por lo que alivia la sensación de dolor.

Sus propiedades antiinflamatorias son muy poderosas disminuyendo la hinchazón, debido a que ayuda a la circulación de la sangre. La manera efectiva de utilizar el ajo como una planta medicinal es consumirlo crudo; puesto que es la única manera de preservar sus componentes curativos.

Debido a su fuerte sabor; la manera más práctica para consumir el ajo crudo es picando un diente de ajo pelado, picarlo a la mitad y tomarlo con agua, a modo de pastilla. Si tomarlo a lo natural no es lo tuto; también puedes encontrar disponibles en el mercado las llamadas capsulas de ajo.

  1. Té verde



El té verde, básicamente son las hojas de la planta Camellia sinensis, que se oxida durante su procesamiento. Esta planta es rica en antioxidantes naturales, proteínas, aminoácidos, vitaminas B y C, algunos minerales y polisacáridos, entre otros compuestos.

Es un antiinflamatorio natural que también posee propiedades antioxidante, antimicrobiano, vasodilatador (dilata las arterias, aumentando la circulación sanguínea y disminuyendo el riesgo de sufrir enfermedades del corazón).

Esta planta ayuda a disminuir el síntoma de hinchazón en las inflamaciones; y la manera en la que se consume es variada, con fines medicinales se toma en infusión. En el mercado existen muchas marcas que ofrecen las hojas secas de Té verde y su preparación debe ser un poco más cuidadosa para  conservar sus propiedades beneficiosas para la salud.

Preparación de una infusión de Té verde:

  • Proporción: 1 cucharada ó 1 sobre de té verde por cada taza de agua.

  • La temperatura del agua debe estar entre los 60 y 80 ºC: luego de hervir el agua, se deben esperar unos minutos para que temperatura del agua baje antes de verterla sobre las hojas de té.

  • Se debe dejar reposar de 2 ó 3 min, no más o el té será muy amargo.

  • Filtra antes de servir y endulza al gusto.



  1. Ortiga (Urtica dioica)

La ortiga es una hierba que puede encontrar en zonas templadas, que posee una variedad de vitaminas, minerales, grasas, todos los aminoácidos esenciales y polifenoles.

Gracias a sus componentes es un antiinflamatorio natura; además de un antihemorrágico, cicatrizante, diurético, hipoglucemico, anti anémico y un coadyuvante en el tratamiento de la diabetes.

Su acción antiinflamatoria disminuye la hinchazón y el dolor causado por artritis, gota, la neuralgia, los esguinces, la tendinitis y la ciática. También ayuda en el tratamiento de las hemorroides e inflamaciones internas generalizadas.

Esta planta medicinal puede ser usada casi en su totalidad; las hojas se pueden incluir en las comidas (sopas y ensaladas, mayormente) y para preparar infusiones, mientras que el tallo y hasta las raíces se pueden utilizar para elaborar aceites y cremas. Para su uso medicinal existen una gama de productos procesados que se pueden encontrar en el mercado.

La infusión de ortiga se prepara con las hojas (secas o frescas); en una proporción de 1 cucharaditas de estas hojas por 1 taza de agua caliente, pero que no haya llegado a hervir. Se deja reposar o infusionar de 5 a 10 minutos, antes de filtrar. Se recomienda que se tome dos veces al día antes de la comida.


  1. Pimienta Cayena

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¿Picante como un antiinflamatorio natural? Pues sí. Las propiedades antiinflamatorias y analgésicas de esta especia provienen de su alto contenido de capsaicina; que a su vez es la causante de la sensación de picante en la boca cuando se la consume.

Su acción analgésica ayuda a tratar el dolor muscular o provocado por la artritis; mientras que su acción antiinflamatoria ayuda a disminuir la hinchazón, ayudando a la circulación de la sangre sea mucho más rápida.

La capsaicina es un ingrediente activo de una variedad de cremas y ungüentos que se pueden encontrar en el mercado; pero para consumir la pimienta cayena de manera natural, basta con incluirla en nuestra dieta de manera paulatina.

Puedes preparar un chocolate caliente y añadirle un poco de esta especia para darle un toque diferente; utilizarla en salsas o como condimento para tus comidas. Pero hazlo con moderación, no todos estamos acostumbrados al picante y es mejor si comienzas agregando solo un poco.



  1. Verbena

La verbena es una planta medicinal popular por ser un antiinflamatorio natural; que son el efecto de contener mucílagos. Ayuda a disminuir la hinchazón y a contrarrestar el dolor.

Se suele utilizar la planta seca; especialmente las flores y en menor medida las raíces, con propósito medicinal. A partir de ella se puede extraer su aceite esencial con el que se puede frotar la zona afectada o también se puede ingerir en forma de infusión.

La infusión se prepara con una proporción de dos cucharaditas de verbena (que se puede encontrar en un herbolario) por cada taza de agua y se recomienda que se consuma dos tazar por día.

Lo primero en la preparación de la infusión es hervir agua; cuando ya esté burbujeando se apaga el fuego y se agregan las flores y hojas de verbena, se tapa y se deja reposar de 6 a 8 minutos antes de colar. Endulza con miel si lo prefieres y listo.

  1. Piña o Ananá

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Esta fruta tropical posee es baja en calorías, contiene minerales y vitaminas, además de poseer una enzimas proteolítica llamada bromelinas, que actúan como un antiinflamatorio natural y tiene propiedades anticoagulantes.

Consumir piña ayuda a regular la lucha contra la artritis; disminuyendo la hinchazón y por lo tanto menguando el dolor. Como esta fruta posee un alto contenido de vitamina C, su consumo regular ayuda al cuerpo a desarrollar resistencia contra los agentes infecciosos.

¿Lo mejor sobre este antiinflamatorio natural? Solo tienes que pelar la fruta para consumirla.

Si ya existen fármacos antiinflamatorios ¿Para qué usar antiinflamatorios naturales?

Cuando era una niña; cada vez que me dolía algo o me daba un golpe mi abuela siempre salía y me recomendaba tomar o untarme algo hecho con “ramas”. Yo odiaba el olor o el sabor de esos remedios.

Claro; yo era una niña y si no era dulce u olía a fresas no me gustaba. Apenas cuando entre en mis 20 comencé a interesarme en los efectos medicinales que podían tener algunas plantas, no solo porque las infusiones de jengibre me ayudaban con los malestares de la gripe y a bajar de peso; si no porque me resultaba más económico.

Hoy en día prefiero las plantas que a las pastillas porque no me entra el miedo de estar consumiendo muchas muy seguido (como me pasaba cada que estaba estresada y me daba migraña casi a diario), dado que sus efectos segundarios son más leves y porque siento que son igual de efectivas.

¿Qué plantas medicinales uso?

El jengibre es mi planta medicinal favorita; la uso para casi todo, malestar estomacal, gripe, dolor de garganta y hasta he experimentado agregarlo a las comidas. Últimamente he tenido el antojo de preparar un jugo de piña y jengibre por las mañanas, una excelente manera de empezar con mi día.

La canela y la manzanilla son otras dos plantas que he probado en infusión; más como un simple té para tomar en la mañana o por la tarde para tomarme un respiro.

Pero después de escribir este post sobre las diferentes plantas que son antiinflamatorios naturales; voy a empezar a probar algunos otros de esta lista de manera consiente sobre sus efectos medicinales en mi cuerpo.

Y esa es mi intención; divulgar la información para que aquellos que como yo disfrutan de las infusiones calientes, tengan el conocimiento de los beneficios que pueden obtener de estas plantas y poder escoger (a sabiendas) alguna de ellas para aprovechar lo que la naturaleza nos regala.

Entiendo que muchas de estas plantas requieren someterse a más estudios para determinar sus verdaderos efectos en el tratamiento de enfermedades; pero por algo han sido utilizadas durante siglos para curar y tratar dolencias. Solo hace falta que entendamos la manera en la que funcionan y cómo podemos aprovecharlas más.

Siempre que tengo un problema de de salud intento encontrar una alternativa natural antes que los fármacos; porque es mi cuerpo y no me gustan los químicos. Ahora que conoces estos 20 antiinflamatorios naturales ¿Te animas a probar sus beneficios?



















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